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Esta cocina abierta al salón redefine el concepto de integración con el entorno. Las amplias cristaleras de suelo a techo enmarcan vistas privilegiadas al jardín, permitiendo que la naturaleza forme parte de la experiencia culinaria en cada estación del año. La conexión con el exterior se refuerza con las puertas acristaladas situadas frente a la mesa de comedor, que al abrirse permiten disfrutar de las comidas al aire libre en una mesa de 160x90cm sin necesidad de trasladar mobiliario fuera ni preocuparse por su mantenimiento. Simplemente abriendo las puertas ya comes en el jardín.

El diseño combina sofisticación y practicidad. La zona de aguas se realza con vitrinas de cristal, que aportan ligereza visual sin sacrificar capacidad de almacenamiento, además de situarse logísticamente junto a despenseros y frigos. La integración de dos combis en una única puerta de frigorífico optimiza la ergonomía, garantizando un acceso sin agacharse a los alimentos refrigerados, teniendo que agacharse solo para los congelados. Una única puerta de mueble para cada combi minimiza la cantidad de líneas favoreciendo un diseño más limpio.

La isla central, con su placa extractora AEG, permite cocinar sin barreras, disfrutando del salón y la televisión. Sus 214 cm de longitud incorporan una mesa alta de 150cm con taburetes, que amplía la superficie de trabajo hasta 364cm de superficie. Situada junto al desayunador, esta zona potencia la comodidad y fluidez en el día a día y fomenta la interacción: un espacio versátil donde desayunar, compartir momentos informales o cocinar en compañía con amigos sentados y amigos cocinando.

El mobiliario combina innovación y sostenibilidad: armazones reciclados, puertas claras de PET reciclado y frentes ranurados lacados, en una elegante armonía de grises atemporales. La elección de encimeras refuerza la identidad del espacio: piedra natural negra brillante en la zona de cocción, porcelánico negro mate en la zona de aguas para una integración perfecta con el horno AEG, una encimera laminada en acabado madera a juego de la zona de desayuno junto a la misma, y una mesa porcelánica en tonos blancos que aporta contraste con la piedra de la isla y equilibrio.

Un diseño pensado para vivir, compartir y disfrutar de la cocina en su máxima expresión